Confieso que llegué tarde al twittsaneo, especifícamente a la hora de la merienda, no fue a propósito sino por cuestiones de trabajo.Mis amigos tuiteros, sus esposas e hijos más los niños de la comunidad habían hecho la mayor parte. Así que solo les puedo ofrecer algunas fotos y video de lo que vino después del trabajo: Conversaciones entre colegas y tuiteros, la trova y un poco de ron. (Algunos de los que habían recogido muchas laticas ya se habían marchado.
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